No le gustaban ni las morenas ni las altas. Era alérgico al maní. Se paraba siempre unos minutos en Irarrázabal con Pedro de Valdivia para tratar de fundirse entre la gente y quizás un día, quién sabe, desaparecer.
EL OFICINISTA
A un amigo mío que es el rey de los optimista y a quien nunca se le ve triste, le pregunté cierto día cuál era su fórmula. ''Estoy muriendo'', me respondió simplemente. Avergonzado de mi torpeza le pedí disculpas, pero él repuso sonriendo: ''¿Y acaso tú no?''.
EL OCASO DE LOS SUEÑO
Es posible leer la inscripción en una placa metálica ubicada en un balancín de la plaza de Inés de Suárez en Providencia. ''Juego apto para niños menores de 12 años''. Humberto a sus 72, hace caso omiso a de este aviso; cierra los ojos y se balancea. Sueña con algún día salir proyectado por los aires, escapando del mundo que lo envejece cada año.
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