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Será como la lista de reproducción más reciente, entre el mundo real y aquel que los acordes crearon.
Conocer al compositor, pedirle que se inspire en un parpadeo mío, plasmar su letra en un papel.
Interpretar melodías tan armoniosas que llegan a ser inciertas, como nuestro mundo... Sabes.
No guardan relación el hecho y el contenido; es que no busqué en el orden correcto: pago intacto de la razón distorsionada por la toma de decisiones.
Nadie es merecedor, ni el mejor cantautor y ni juglar reconocido. Es mía por añadidura.
Sabes cuánto esperé plasmar ese color estelar en un minuto de tu compañía?
Imaginas siquiera cómo me aferré a los recuerdos para no matar más de una historia?
Siquiera se te ha cruzado por la mente que todo lo que he hecho ha sido porque morir ya no tiene importancia?
Nunca respondes, solo callas. Reproche inevitable
Mujer incontrolada, fantasías de algo que no fue, el agua se llevó las cartas. Es hora de que aquella imagen mía busque su lugar en el baúl de tu inmadurez. Es como olvidar si ser olvidada.
Plasma ilegible de una lámpara nocturna, algunos textos vacíos, cigarros sin fumar. 
Buscar en la medida que encuentre la esquina, virar y perderme por las calles que parecen húmedas; solo parecen: experiencia conocida sobre las apariencias.
Conseguir los objetivos del juego de naipes . Elegir la siguiente, canción nueva.
Efímera como la sal en el agua, así es mi visión de ti; te esfumaste, eres volátil gracias a que no supe hacerte tangible. Juego de niños, correspondencia sin leer, flores marchitas.
Todo con poca importancia, tan inmaterial que no me pesará mañana, no es que no peses en el alma mía, sino es que yo no en la tuya. 
Me lo has dicho, yo lo sé: palabras que se queman y ahora nada queda. 
No pesimismo, mucho menos poesía que concuerde, es solo tiempo que pasó por la ventana. Lo asumí, otros seres han invadido mi ventana pero solo un caballero me ha sacado de la torre.
Cuánto dura, cuánto cuesta una ilusión? Ni siquiera yo puedo responderme, pero ya pasó.
Exceso de publicidad que se marca con el atardecer frente al agua que se ha ido, alimentarse de obscuridad, murmullos de ósculos invisibles y llamadas por cortar.

Ser algo que nunca se fue. 
Mirar al cielo sin saber porqué
Recordarte música con palabras.
Hacer creer, imaginar
Dejar que el alma se limpie
Que los ojos puedan ver.

Tan real que no lo es

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