A la luz de la luna, Liria María ve fluir un torrente de lágrimas en los ojos de Idilio Montaño. Nunca en su vida ha visto llorar a un hombre. En un súbito arranque de ternura, la joven le seca las mejillas con sus manos y lo besa suavemente en la boca, solo rozándole los labios. Cuando vuelven a mirarse, todas las estrellas del cielo pampino parpadean diáfanas en los ojos sorprendidos de ambos. Es el primer beso de amor que ella regala y el primero que él recibe en su vida.


Así de pronto voy comprendiendo que se ha convertido en una necesidad, en esa maravilla dominante.
No podré tolerar que te vallas, que todo muera, que la distancias sea la piedra de tope; pero quién soy yo para interponerme entre sus sueños? Nadie, aunque diga  lo contrario.
La soledad va doliendo de a pocos cada vez más, a cualquiera le podría pasar algo así; lo sé.
Sin tener nada, tuve todo. Quería detener el tiempo con los ojos, el llanto duele cuando se retiene y tengo mucho al parecer. Desaparecer esa imagen repetida; me quedaba pegada en la boca y sin mirar la hora se me hizo tarde.

Será como cortarme las alas pero mi alma ya no la acepta el diablo; a quién le vendo mi espíritu a cambio de un deseo. Ya deje de serte interesante, por el simple hecho de que mi tónica es siempre la misma, ahora que más queda si deje que me hicieras todo lo posible. Te aburrirás, seré la sobra que haya que eliminar, el dióxido de carbono de tu respiración, solo papel de tus cartas viejas. Porque creo que el mundo todos somos desechables, no tendré que ser la excepción. Gracias.

Mis caricias se gastarán, otras tendrán más calor. Otro cuerpo ocupará mi lugar en tu cama y mis detalles pasarán inadvertidos. Esas frases lujuriosas serán de otros oídos, y mis besos no tendrán mas que el olvido.
Nadie se movió igual, nadie puedo hacerme volar...Tú eres la más rica de todas.
Cuántas fueron? 
Eso no importa

Créeme que sí, que nunca estoy lo suficientemente ebria, nunca olvido una frase por muy en sorna que sea. Te equivocas si crees que puedo olvidar.
Y cómo no pensé terminé llorando aquella noche, mezclando mis lamentos con fragmentos de canciones.


En esta historia no existen Idilios ni Lirias Marías...

1 comentario:

  1. Y que mas da, tambien sera desechable, otros labios rosaran los tuyos y en algún moento serán unicos... solo eresreemplasable si lo quieres, solo perderas el calor si deseas estar fria, tus caricias se volveran monotonas cuando no quieras hacerlas entretenidas, no es el, eres tu quien lo quiere.

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