No recuerdo la hora ni el lugar ( es probable además que a nadie le importe ) pero era de noche, mejor dicho al anochecer. No tenía el ímpetu para continuar con una conversación insensata, solo quería vomitar y dormir.
Gracias a su enfermedad crónica, solo podía mantenerse en pie por unas horas, que ganas de morir allí mismo, pero no importa.
Camino por el jirón de la unión, antiguo barrio para prostitutas de grueso calibre y merecida fama, tomaba agua de una botella ya casi vacía, le sangraba el brazo, ya la venda no cumplía su función.
Invirtió sus últimas monedas en un par de empanadas fritas, más arcadas provocaba en olor putrefacto de las calles enmohesidas por los años y la humedad; sin que nadie se percatara de su presencia deambulaba por pasajes obscuros y revisaba ventana por ventana con sus ojos de borrega a punto del sacrificio, moría de a pocos.
Hoy la empiezo a extrañar, volveremos a intentar.
Sus manos ya cansadas y enojadas lanzan la botella lejos, como un proyectil, topa con un vidrio y estalla, en cientos de miles de partes heterogéneas, su cuerpo perfecto escudo. Sangre a borbotones , ojos que detiene sus miradas hacía ella, pies que ya no reaccionan: transeúntes.
En una dulce pesadilla transcurren minutos, segundos, milésimas de segundo, yace muerta y al parecer todos lo saben, nadie lo evita.
Si los perros comiesen heridas, podrían desaparecerla en un santiamén; pobre de aquellos que sufren.
Dolor y Delirio
Abre los ojos y sienten como las lenguas asperas restregan sus heridas sangrantes; ya no está en el infierno
ésto es Dios?, qué dimensión es ésta?
Recuerda sus pasos, y ve su cuerpo: está muerta.
De a pocos se examina y analiza dónde está, que hace aquí, o si tenía que morir; no todo tiene respuesta, ni ahora ni nunca. Esto es un submundo así como Dante lo dijo pero este no es su camino, he ahí la diferencia.
A fin de cuentas a quien le importa si un cuerpo más en la morgue no le hace mal a nadie
Estás equivocada?
(terminaré esta historia después )
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