Princesas de rosado



Leí 60 cuentos cuando tenía 8 años, muchos de ellos hablaban de Dios, princesas, batallas, hombrecitos y demás. Siempre quise que alguna de esas historias se convirtiera en la mía para poder dejar atrás todo aquello que me atacaba.
De repente me vestí de colores y de negro también; descubrí toda clase mundos pero ayer, ayer ...
Comprendí que también soy princesa, pero de un cuento que alguien más escribió para mí, alguien que no conocí, pero sin embargo dio todo lo que tuvo por mi.
No importa si el metro llega hasta tobalaba, no importa si hace frío, si visto de morado, si me miran a los ojos, si siento el cálido abrazo acompañado, si río, canto o lloro, no importa. La felicidad es el conjunto de pequeños momentos, de horas, de la pérdida del tiempo en el reloj, de esas historias que tienen como telón de fondo luces y música, con bailes y frases e historias...
Sabes lo que significa para mí ver a personas tomadas de las manos, lo mismo que para ti.

Las princesas,  no andan a caballo, andan en metro; no van a bailes reales, bailan con las luces de las velas; no come caviar, si no copas de helado; no usan vestidos largos, usan ropa desabrigada, no escuchan a Bethoven si no con Ricardo Arjona o alguna canción a lo lejos; ya no buscan príncipes, buscan hombres de verdad, que no vistan de azul si no como jóvenes llenos de amor.
Lo pasado y lo nuevo, lo que fuimos lo que somos, lo que Dios quiera que seamos.
''Eres una princesa de Dios ''

Estas historias siempre terminarán igual dicen, al menos los capítulos:
El príncipe y la princesa se besan y viven felices por siempre...

Decir mañana es predecir... por eso mejor sentir.
(...)Fue maravillosa, no he dejado de pensar en nuestro primer beso leía la princesa mientras miraba como sus dedos marcaban las ideas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario