Tan despacio, tan extraño; a su vez lejano y pasajero. Con olores en la punta de la nariz , piel pegada a la atmósfera en un lugar lejano, tal vez desconocido. Con el impacto directo de las emociones, como golpes en el pecho. Instantanéa reacción a las situaciones inimaginables.
Como la traición pura; como ese engaño directo, como el miedo y la penumbra de una noche que convive entre lo pasado y lo mortal. Una soledad que nace con la distancia, como aquellas caricias dejadas a lo lejos, a miles de kilómetros, millas que se penetran con fuerza para hacer presión y prescencia en el subconsciente de las almas.
Espacio en el tiempo, afrodisíaco para los mata pasiones, expresión exacta de conformidad y desespero.Pero no por conveniencia, sino , por efectos de Karma.
Complejos de imaginación y regocijo ambulante. Calles que se complementan por efecto del caos mundano, por esa falta de raciocinio. Tanta imaginación, tan reservados sentimientos.
Pasan las horas y la monotonía de hablarle al viento se hace deficiente o simplemente señal de que la locura es efervescente y para que no se haga duradera el universo debe confabularse haciendo de mi existencia una pequeña muestra de lo que realmente significa pertenecer a los orates.
Entonces las preguntas comienzan; el interrogatorio de la muerte empieza. La mente colapsa ante el cuestionario. Los escenarios son propicios, la voz poco prudente, la noche fría, las luces bajas.
Cómo es posible?
Quizá no es posible, pero la nostalgia invade el torrente sanguíneo, ni el propio cerebro congenia con su forma de actuar.
Todo se reduce a un hematoma, a una marca corporal de aquellas milésimas de segundo.
Una caja ha golpeado su muslo derecho. No se siente nada ahora.
En una misma calle pueden convivir la fortaleza de los músculos, los barrotes que privan la libertad, las fabricas que escupen humo y una mujer que ha viajado lo suficiente para no entender estas palabras.
he viajado lo suficiente para tratar de ayarte nuevamente
ResponderEliminaraunque sea un poco
aunque sea con pena