In Utero

Vuela el humo como las aves, nace la angustia en tierra fértil, las municiones no son más que cartuchos vacíos.
La mira, insensata, tan cercana como distante; marca viviente de las oportunidades que se agotan, esas que se esconden, que nacen como flores escasas del desierto. Florece.
Y es que sucede así, morada vulnerada de las descendencia, instancia fecunda que se contrae, se expande, se revela, se alza en pie de guerra, marca su existencia independiente, marca las consecuencias de un origen baldío. Incertidumbre.
- Dime quién eres, para dónde vas...
Razón innata para los débiles, santa trinidad de la necesidad.
- Dime qué quieres a cambio...
Cuanto más requiere tu avaricia, celebra altiva tu victoria. Habremos sido derrotados pero jamás asesinados. Queda nuestra última hazaña pendiente.
- Dime hasta cuándo, dime dónde está el final...
Tenemos entendida la injusticia, calvario eterno de los creemos en ti, estás sin haber llegado, te has ido cuando nadie lo ha esperado, nos observas presurosa con esos tus ojos cautivos.
Acabas con las ilusiones, con las más intensas pasiones, con los deseos más sensatos, con las razones más constantes. Te adueñas, premias a los tiranos, tiras los dados a ganador y siempre el que juega limpio sale perdedor, es tu sagrada justicia, es tu falsa modestia.
- Dime cuánto más te han de entregar...
Será la eterna campaña, serán miles de nudos en las gargantas, serán más risas apagadas, en una lúgubre espera se encuentran cada una de las esperanzas.
Provees a quien no lo merece, ofreces sin nada a recibir, quedan por allí los frutos de las cuentas inexactas, es que es como tiene que ser, como crees tú que tiene que ser.
- Dime porqué mucho a algunos y a otros nada.
Por rectitud no se mide el actuar, dale grandezas al impuro, que todos te están esperando, que el débil aún está luchando, vida eterna al impío y destierro para el caudillo.
Es la vida de los ángeles, aquellos que se izan sin conocer la luz, esa luz que ahora es el infierno, es la sombra, es la concepción inmaculada, es el talón de Aquiles de tu balanza.
Dónde está el camello de la parábola, la virgen de tu fábula o la estrella de leyenda, dónde el nirvana de la sobrevivencia, dónde el camino iluminado de la luna, dónde.
Es como pagan, es como pecan. Has dejado sin trabajo a la cigüeña
- Dime a que le llamas naturaleza, a qué le llamas sabiduría, a que le llamas vida nueva.

No te preocupes que siempre te estaré esperando... Aquedah.

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