Súper hombre

Una habitación, besos ácidos, sábanas claras, una luz que se cola sin pedir permiso, tinieblas relativas.

La suavidad de tus brazos en un perfección extraña, el roce de tus palabras contra el viento, una mentira permanente que sueña con hacerse realidad. Brotando de un deseo que no logro controlar, buscando tus frases arrepentidas y una expresión constante de placer. Una batalla en donde quiero perder no importa, con tal de que sea eterna e infinita.







 Y me rindo, y te someto, y me rindo.Despierto, es un sueño todo eso, pienso jamás sucedió. No, es verdad frente a mi , ese olor particular , proviene de sus cabellos, tan familiar y a la vez tan lejano; vestida e inquieta espero a tus órdenes, regreso al vaivén de una necesidad contenida.

 Me extiendo sobre tus brazos con timidez, como culpable y pecadora, un beso amargo, un calor incomparable, la coquetería innata de tus suplicas carnales.  Somos parte de un ruego tácito y mutuo,  guerra en silencio de tu búsqueda por mi , de la firmeza de tus manos sobre mi piel, extrema elasticidad y un equilibro homicida; un susurro al oído imperceptible, la respuesta del escalofrío, lo logras nuevamente una y otra vez. 

Frente a ti no me quedan palabras,  ni si quiera imaginaras la cantidad de  obstáculos que atravesé para esto, a plena noche con la inseguridad de un camino baldío. No importa. Volvió a valer la pena , es un sueño a acaso , no, no lo es. Entre mis sueños llego a un recuerdo, en el momento en que todo empezó, aquel ballet de movimientos descoordinados  que se ha convertido en una obra de arte, el cómo, el dónde, el cuándo ya no son un problema.

Me muero, resucito y conozco el paraíso.Despierto. El juego de la realidad es tan dura, tu piel, tu olor se van conmigo, el alma te la dejo. La mitad de mi se ha perdido.




1 comentario:

  1. Bueno solo me gustaria decirte que ojala y nunca dejaras de escribir...

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