Lo siento.

Aún lo siento como si fuera ayer, como si mis manos no te hubiesen dejado, como si vida no se tiñera de sangre. y tú hoy solo agradeces que todo parezca un cuento de hadas...


Una tarde y el frío que emigra de sur a norte, las costas bañan las orillas. Ella gime, grita siente y finge placer. Todo marcha bien, todo excepto la otra, la que aún llora la perdida, la que tiene el corazón en la mano cada vez que después de un cigarro el mundo acaba.

No era ebriedad cariño, perdóname, créeme... No te miento esta  vez, pero volver a sentir tu piel morena nunca ha sido como con otras, tú solamente tú.


En una esquina ella bebe café, la otra la mira, mientras aún desnuda sirve su respectiva  recompensa, la dosis justa de azúcar, el manjar que minutos más adelante rosarán los pechos de su amada. Un típico juego, el mismo ejemplo, la viva imagen de la primera película que vieron juntas.

Siempre el mismo juego, me besas, me acaricias, me amas, me prometes, te vistes, te vas. Yo muero como la Julieta que me tocó ser, esa muere Dos beses. A las julietas nos toca siempre morir, sufrir, esperar, al pie del mismo balcón como interminables magdalenas hoy lloro y tú?


Hundo mis dedos en su piel, ella gime, llora, grita, me enloquece, aprendí con el paso de los años. El artificio terminará y volveré a la realidad, cumpliré mi papel de esposa abnegada, todo será color de rosa. Ella me odia, siempre lo he sabido. Yo la amo.

Me ama sí, lo hace sí... sí sí sí. sigue sí . Esperaré a que la vida sea eterna, no te vallas mi vida, quédate una noche más. Juguemos al lobo y el cordero. Usa tu risa y átame a la vida que una vez dejé ir...


La rutina es la misma, solo que hoy la ato a mis brazos y lloro. Lloramos jurándonos amor eterno. Esto es real. La amo como ella no imagina, la dejo golpearme en su descarga de ira. Duerme despacio como un ángel. Acaricio sus cabellos, me desconecto del mundo, este será tu día, y mi vida será la tuya. Perdón, Créeme , de verdad lo siento aunque lo diga una vez más. Sé que me escuchas, sé que vivo en tu inconsiente.
Pero mira, aquí estoy...

Nunca he dormido después del placer, siempre finjo, es lo único que me creo capaz de mentirte, pero así somos las mujeres tildadas de tal. Te ato con los ojos cerrados, porque viéndome así nunca te has dignado a partir...

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